La disolución y liquidación de una empresa en Bolivia es un proceso legal que pone fin a la existencia de una sociedad, ya sea por decisión de los socios o por causas establecidas en la normativa vigente. Este procedimiento se encuentra regulado principalmente por el Código de Comercio y otras disposiciones específicas según el tipo de sociedad.

La disolución es el primer paso hacia la extinción de la empresa y puede originarse por diversas causas, entre ellas:

1. Vencimiento del plazo de duración estipulado en el contrato social.
2. Acuerdo de los socios cuando así lo establecen los estatutos o por decisión unánime.
3. Pérdida del capital social que haga imposible la continuidad del negocio.
4. Inactividad de la empresa por un periodo prolongado.
5. Decisión judicial o administrativa por incumplimiento de normativas.

Una vez disuelta la empresa, no podrá continuar con sus operaciones habituales, salvo aquellas necesarias para su liquidación.

Liquidación de una empresa

La liquidación es el proceso mediante el cual se cancelan las obligaciones pendientes de la empresa y se distribuyen sus bienes entre los socios. Para ello, se designa a un liquidador, quien tendrá la responsabilidad de:

1. Elaborar un inventario de activos y pasivos.
2. Cobrar deudas y pagar obligaciones pendientes con acreedores y empleados.
3. Vender activos en caso de ser necesario.
4. Distribuir el remanente entre los socios conforme a su participación en la empresa.
5. Solicitar la cancelación del registro de la empresa ante las autoridades competentes.

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Consideraciones legales y fiscales

El proceso de disolución y liquidación debe cumplir con requisitos legales, incluyendo la publicación de la disolución, el pago de impuestos pendientes y la presentación de documentos ante el Registro de Comercio y el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN).

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